Santiago el Mayor, apóstol de España
Hoy se celebra la festividad de Santiago el Mayor, apóstol y mártir (así que felicidades a Santiagos, Jacobos, Yagos…) y, aunque no lo parezca, es patrón de España. No lo parece porque empieza a ser raro que en España sea festividad civil y/o de precepto, como si se le quisiera arrinconar, a él y a todo lo que suene a España; y hacen mal, porque es el patrón en realidad de las Españas —y, por extensión, de toda la Iglesia jacobea—, y así lo reconocían los reyes cristianos de la Península en la adversidad de la guerra contra los mahometanos, siendo precisamente el grito «¡Santiago y cierra, España!» el que pronunciaron los reyes Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra en la batalla de Las Navas de Tolosa, y posteriormente en todo combate.
A este respecto vale la pena leer un texto de Zacarías de Vizcarra: «El apóstol Santiago y el mundo hispano», publicado en la revista Arbil, en donde se cuenta la vida y destino del apóstol Santiago y se reflexiona sobre el papel que su carisma ha asignado a España ante el mundo. Aunque este país, como decía mi abuelo, se ha caracterizado siempre por «sopa de curas, o curas hasta en la sopa» (al menos queda el consuelo de que esta actitud, o muy fría o muy caliente, es la opuesta a la de la tibia que tanto denosta Jesucristo: mira que empiezo a vomitarte de mi boca) como ahora vivimos la «sopa de curas» conviene rezar la Súplica de Dom Guéranguer por España, que transcribo a continuación junto con la más clásica a Santiago el Mayor.