Una serie de los 80: V.
Jane Badler, «Diana» en la serie, la mala malosísima que estaba buena buenorrísima.
Estaba esta mañana viendo en la televisión a la selección española celebrando su oro del Campeonato de Europa de Baloncesto cuando me percato del fondo musical. «Me suena». Rebuscando en algún rincón oscuro del cerebro, recordé: «¿No era un tema de los Nikis (o algo así) cantando algo de “Imperio”?» Pues sí: al buscar por Internet vi que mis neuronas todavía funcionan y, lo que es mejor, me topé con una página de nostálgicos de los ochenta («Nostalgia 80» se llama) que está muy bien y muy entretenida, sobre todo para los que, como decía un amigo mío de la mili, por aquellas fechas empezábamos a «tener pelillos duros en los huevos».
El único problema es que al bucear por la página el susto se me empieza a meter en el cuerpo, no porque no me acuerde de lo que en ella se contiene, sino porque me suscita preguntas del tipo: «¿Eso es de los ochenta?», «¿Tanto tiempo ha pasado?» o exclamaciones tales como: «No puede ser: ¡si parece que fue ayer mismo» o «¡Uf, es casi de los noventa! No ha pasado tanto tiempo».
Recapitulando, se puede decir que, en lo musical, es el período entre Blondie y el escándalo «Milli Vanilli», pasando por Sandra, las ubres de Samantha Fox (y su Strip Poker para ZX Spectrum), Bananarama, OMD, Los Inhumanos, Tino Casal, Europe... y mis odiados Duncan dhu y Hombres G (sí, ¡qué pasa! ¿No puedo tener fobias? A las tías les encantaba y no me quedaba más remedio que tragármelos).